Nuestra última escapada ha sido Transilvania, gracias a esos fantásticos billetes de bajo saldo. Y esta vez nos han acompañado más amigos: Manel, Javi y Maribel. Salíamos el día 5, o mejor dicho, la madrugada del día 5 al 6, a la 1 de la mañana y llegábamos a Cluj Napoca a eso de las 5, con un frío impresionante para nuestro clima mediterráneo (-5ºC).
Como resumen deciros que nos sorprendió muy gratamente Rumanía. Sus gentes son cordiales, hablan muchos español, la atención al cliente en muchos restaurantes era exquisita, los trenes fantásticos (el Talgo no le llega ni a la suela del zapato, evidentemente).
Iris disfrutó de la nieve y nosotros también. La comida estaba riquísima y los hoteles eran confortables e invitaban a unas partidas al "uno" que te morías de la risa, cuánto tiempo sin reír así!!
Las ciudades visitadas: Sibiu i Brasov. Desde esta última visitamos uno de los castillos que denominan como del Conde Drácula, pero el señor conde tan sólo pasó por allí, seguramente a visitar a la Princesa que realmente allí sí vivía.
De regreso la Wizz nos dejó 3 horas esperando en un aeropuerto de miniatura, pero no se podía pedir más a la escapada.
Asignatura pendiente: visitar Rumanía en verano.
