La llegada a Singapur no ha sido de la mejor bienvenida. Aqui o reservas hotel con antelacion o te pasas horas buscando un lugar donde pasar la noche. A pesar de llamar por telefono desde el aeropuerto a varios, nada, todo estaba lleno. Hemos encontrado una habitacion en el hotel South-East Asia Hotel, nos han dicho que nos esperaban hasta las 16h. Entre ir al metro, llegar a la ciudad y demas no habiamos sido conscientes de que pasaban de las 16h y al llegar exhaustos nos dicen que no tienen nada, encima nos reganyan y todo...Total que Sergi se ha estado mas de 2 horas yendo de un sitio a otro mientras las damas esperabamos sentadas en una especie de mercado donde Iris llamaba la atencion y la gente se acercaba para decirle cosas. Al final tenemos donde dormir, un hotelucho con olor a humedad que nos piden 81 euros la noche. Pero manyana volvemos a cambiar a un hostel de mochileros que tambien tenian solo esa noche libre. Hemos decidido que acabaremos nuestra estancia en Singapur en el Marina Mandarin Singapore de 5 estrellas, porque para pagar por lo menos estamos en un sitio chulo.
Si los desayunos por aqui son como el nuestro de hoy en el hotel de Hong Kong, volvemos mas gordos: empanadillas chinas, arroz, huevo, rollitos de primavera, mas frutas, ensalada, pasteleria,...y el tipico desayuno continental. Desde el aeropuerto tambien te puedes conectar gratis a Internet, esto es una delicia.
Singapur es caro, pero hemos cenado los 3 por 3 euros. A ver que hacemos estos dias hasta el domingo por la tarde que ya volamos a Hanoi, Vietnam.
La gente de los hoteles parece antipatica, en cambio por la calle parecen abiertos y le dicen cosas a Iris, que ya tiene una coleccion de caramelos.
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