viernes, 3 de septiembre de 2010

Volvemos

Hola!
Sólo entramos un momento para deciros que ya volvemos. Nos queda por explicaros el paso por la frontera y la Guajira, pero no tenemos mucho tiempo, pues dentro de unas horas marcha nuestro buscama a Caracas y ya de allí, al aeropuerto directamente, vuelta a casa, que ya cuando lleguemos será domingo por la noche. Entre el cambio horario y demás supongo que no estaremos "operativos" hasta el lunes a medio-día.

Esperamos más adelante colgar algunas fotos que nos quedan.

Gracias por leernos hasta aquí. Os vemos/hablamos pronto

miércoles, 25 de agosto de 2010

Próximo destino: LA GUAJIRA

Esta será la última entrada antes de colgaros las fotos para volver a casa seguramente. Mañana en principio marchamos a otro lugar alejado y que dicen que es algo para no dejar de visitar: pocos turistas llegan, es un lugar de desiertos, dunas, playas solitarias y de una cultura que dicen que no es ni colombiana ni venezolana: los wayuus. Quizá será en persona o con un breve resumen que os contaremos qué tal esta última visita.

Si podemos os escribimos, pero contad que no, por si acaso, dice la guía que allí no hay comunicaciones apenas.

Mañana vamos camino a una península ya frontera con Venezuela que se llama La Guajira y de allí veremos si vamos directos a Caracas (o debiera decir, el aeropuerto, porque no queremos ir a la ciudad) o hacemos una parada técnica en Maracaibo, dependerá de como vaya todo.

Gracias a todos y todas por leernos, siempre nos hace mucha ilusión que estéis ahí siguiéndonos!!
Un abrazo fuerte y miles de besos!

CARTAGENA DE INDIAS

Todo este tiempo os estamos escribiendo desde Cartagena, ahora intentaré colgaros algunas fotos, a ver si me encajan bien y se suben más rápido que de costumbre.

Salimos a las 7 de la mañana desde Aguacate, de ahí en barco hasta Turbo, otra vez intentando timarnos unos pesos más por Iris, que normalmente no paga, uf, que santa paciencia, hasta que una mujer protestó en el barco porque íbamos más de la cuenta en el barco...

Una vez en Turbo te persiguen para que cojas no sé qué buses. Fuimos a la empresa directamente y cogimos los tickets, y, camino a Montería. Ni qué decir tienen que el camino fue horroroso, tramos sin asfaltar, sin aire acondicionado en el bus, luego nos llovió y casi hacía más calor que antes, uf, sólo de recordarlo me da algo.

En Montería encontramos una estación de buses muy limpia, grande y agradable. Eran las 5 de la tarde. A eso de las 11 de la noche llegamos por fin a Cartagena, después de cambiar el monovolumen donde nos llevaban por un taxi que conducía de tal manera que en una ocasión estuve apunto de gritar del susto, no sé ni como no nos matamos a casi 100 por hora por esas calles, saliendo coches de donde fuera, quien le habría dicho a este hombre que a esas alturas teníamos prisa?

El hotel era uno recomendado por la LP y lo reservamos por teléfono para una sola noche por no estar yendo de noche recorriendo al ciudad. Uf, la LP se cubre de gloria y otros se aprovechan en salir en la biblia de los viajeros independientes. 124.000 pesos por una habitación simple con aire viejo que te retumba los oídos...Al día siguiente salimos pitando, aunque hemos cambiado 2 veces de hotel.

No hay muchas aventuras que explicar de Cartagena, sólo que el caso viejo es precioso y es una gozada hacer fotos. Es muy turística, eso sí, aquí hemos encontrado italianos y españoles que nunca dirías que van de viaje por Colombia, suponemos que muchos vienen en crucero o algo así.

Cartagena de Indias es muy parecida a la Habana, aunque para mí son diferentes a pesar de sus construcciones coloniales. Puede que Cartagena esté mejor conservada, pero la Habana tiene su música, bueno, podríamos hacer fácilmente las 10 diferencias, ambas son ciudades a visitar.

Con los italianos estamos quedando cada día para cenar y así charlamos y damos una vuelta de noche, que s tranquila y bonita. Dicen que aquí lo que hay de interés es en sí callejear.

A ver qué os dicen las imágenes...





Castillo Don Felipe

Los fabulosos portones del casco antiguo

martes, 24 de agosto de 2010

Capurganá: un rincón por descubrir

Una vez en el puerto, como casi siempre, no habíamos podido reservar, así que nos tocaba la otra odisea de buscar alojamiento. Los italianos fueron por su lado, y nosotros por el nuestro. En la guía hablaban de un americano que tenía una cabaña que pronto conocimos, pero lo tenía todo cogido, excepto una habitación con 4 camas con lavabo externo, pero contiguo a la habitación. Dijimos que íbamos a ver y luego él se ofreció a enseñarnos la habitación y si no nos gustaba nos ayudaría a encontrar lugar.

En el puerto un tío nos dijo que había un hotel que estaba bien y abuen precio, y, haciéndose el despistado, nos llevó hasta donde estaba y allí nos dijeron que sólo tenían para 1 sola noche, cuando nos pareció que estaba casi totalmente vacío. Luego comprendimos por qué. En el pueblo hay lo que llaman "pelaos" o "pelones" que son unos in termediarios o extorsionadores porque te dicen que la habitación vale 40, cuando vale 20 o menos y ellos se quedan con la mitad o más sin hacer nada más. Algunos hoteles o empresarios pasan de ellos y, a cambio, ellos no te indican donde está el hotel que buscas, o te dan señas erróneas para que no vayas, como pasa con el americano, que se llama Cabaña Darius, por eso él va personalmente al puerto.

En fin, que en todos sitios cuecen habas.

Al final nos quedamos con el americano y estuvimos muy biebn, la verdad. La habitación me pareció casi de lujo comparada con el antro de Turbo, y el lavabo y ducha estaban superbien. parte de la excursión del barco estaba allí alojada. Era domingo y se iban el miércoles, así que luego nos pasarían a una de las habitaciones con baño privado por el mismo precio, al cambio eran unos 15 euros más o menos. la excursión era como si fuera el Imserso, la mayoría mujeres mayores, escandalosas, cotillas, divertidas algunas. Neri, la dueña también del hotel, un encanto de mujer, nos preparaba comidas buenas, especialmente arroz de coco, especialidad de la costa de Colombia que está delicioso.

La cabaña estaba alejada del pueblo y de todo. Ha llovido cada día y los caminos estaban embarrados. la primera noche casi fue una ducha, cenar y dormir. 

Al día siguiente la primera excursión: El Cielo. Las señoras de la excursión iban un día por delante de las actividades posibles y nos iban informando.

EL CIELO

Esta excursión no tenía en sí nada de lo que llaman "El Cielo", pues es una cascada pequeña. pero hacer la caminata hasta allí era toda una historia.

Lo primero que flipamos es que nos salió un soldado y nos acompañó todo el camino. Imaginad qué yuyu! Dicen que Capurganá es muy seguro, eso decía el soldado, y nosotros pensábamos: "si es tan seguro, por qué nos escoltas?" Dicen los rumores que es porque unos turistas se quejaron y desde entonces está allí el ejército. Es un poco dudoso.

Así que ahí tenéis unas fotos...

Caminando con el soldado


En un chiringuito, haciendo un descanso, con los soldados que escoltan también la excursión de yayos


El camino era entretenido, y entre la humedad y esquivar el barro, ya hacías las 2 horitas, ellos decían que 1 hora. Nos dijo el soldado que atraviesas 12 veces el riachuelo, así que los pies iban remojándoses, fresquitos íbamos.

Para que veais que no somos unos locos adentrándose en la selva, aquí una foto de la excursión del Imserso colombiano.

Cuando se fueron, disfrutamos de la cascada para nosotros solitos/as

Cada día hay restricciones de luz, por ejemplo, de 20 a 22h, así que cenamos a las 7 y a las 8 o poco más nos vamos a dormir. Por la mañana también hay, en algunos sitios hemos visto que no te pueden servir según qué porque no hay luz.

Bueno, a lo que iba. Que la excursión para las abuelas tenía tela, porque si para nosotros déu n'hi dó, ni imagino...Dicen que al día siguiente se quejaban que no veas.

SUBMARINISMO

Al día siguiente Sergi había quedado con el instructor de submarinismo de uno de los centros que hay, pues dicen que aquí está el mejor buceo de Colombia y de hecho veníamos por eso. Se llama Eduardo y es amigo de Joseph, el americano. Decidimos dejar a las chicas e el centro a cargo de la mujer que le ayuda a él y una dogo o gran danés gris llamada Lolay hacer las inmersiones juntos, que no lo hemos hecho nunca. Cada salida era de 1h y media, así que ningún problema. Iris estuvo encantada y Carla, con animalillos por ahí y el niño de la mujer unos meses parecidos a ella, ni se acordó, vamos.

Carla con Samuel y Lola

Qué deciros del submarinismo, mi cuñado tenía toda la razón que nos estábamos perdiendo otro mundo cuando viajábamos. para mí submergirme es toda una experiencia. Esta vez iba con cierta prudencia pues cada vez tengo más problemas con el oído. Se ve que estaba congstionada, porque a la que bajaba un poquito la cabeza me presionaba tanto que era como si se fracturara y fuera a rebentar. Uf, qué daño...Así que no pude bajar a más de 10m, a la que me despistaba, crash, la cabeza. Estuve gran parte de la inmersión pendiente de la dichosa presión y me perdí muchas cosas.

Decir tiene que como los mares de Malasia, todavía no he visto nada tan espectacular, pero aún así me pareció un buen paseo: bancos de peces azules eléctricos, corales de diferentes tamaños, formas, colores...Vimos muchos peces diferentes, hasta el peligroso pez león, que se ve que ha colonizado estos mares que no son su hábitat habitual, que no tiene depredador que lo acote y que se está haciendo el dueño del lugar, de hecho vimos muchísimos. El gobierno tiene ordenado a los buceadores y demás que cuando vean uno lo maten porque se puede cargar la fauna autóctona marina. Por supuesto no matamos ninguno, claro. Vimos rayas, peces mariposa, hasta un tiburón bastante grande.
Volvimos, repostamos y, la segunda inmersión. Estuvimos charlando bastante con Eduardo sobre el turismo, la cultura, los países, etc. Muy enterado de todo, muy amable y todo un lujazo estar los dos solos con el instructor.


De camino a la cabaña por la playa. Ésta era la bahía de Capurganá


SAPZURRO Y LA MIEL: pasando la frontera a Panamá

Vista desde el View Point camino a Sapzurro

La siguiente excursión fue al pueblo vecino, Sapzurro. La caminata dicen que es de un par de horas y luego un cuarto de hora más para La Miel, que ya es Panamá. Ha sido de las más duras de últimamente, teniendo en cuenta que se atraviesa la selva, que se tiene que subir la loma de la montaña, esquivar barro, subir y bajar piedras, en fin...Que para las urbanitas como yo ir cargada con Carla y hacer todo eso ya tiene lo suyo...Lo hicimos en unas 3 horas de ida, luego vuelta a Sapzurro desde la Miel, y de allí una barca a Capurganá que nos costó 6000 pesos (unos 3 euros), cuando por la excursión te pueden pedir 40000 (20 euros) o desde la Miel 20000. La excursión a pesar de dura para nosotros es muy interesante. Dicen que hay monos, nosotros vimos una especie de hurón, y luego supimos que lo que escuchábamos todo el tiempo bien podrían ser los famosos monos aulladores.

Iris cayó y se embarró, pero se lo tomó bien, je, je!

Sapzurro tiene una playa bonita, totalmente solitaria. Vimos una chica en toda la playa tomando el sol. La verdad es que si aquí uno quiere huir de las multitudes y del turismo de masas, éste es su lugar.

En la playa de Sapzurro

Para llegar a la Miel, en lo alto de la loma hay un puesto fronterizo con un soldado Panameño, entregas los pasaportes y sigues escaleras abajo.

Y llegamos a Panamá!

Y, oh, sorpresa, en la playa de La Miel nos encontramos a los italianos. Ellos estaban alojados en una cabaña en otra cala, por decirlo de una manera, que se llama Aguacate, a 1 hora caminando desde Capurganá. Nos dijeron que si íbamos a Aguacate que nos invitaban a comer. Nosotros no sabíamos si podríamos pues en ningún sitio pudimos pagar con tarjeta de crédito, todo era en metálico y no lo habíamos previsto, tampoco sabríamos si íbamos a estar más días y si te quedas sin dinero no vuelves a tierra, y menos con aquellas arpías de los barcos. Nos dijeron que estaban encantados.

Aprovechamos para comer el plato típico de la zona, caracoles de mar en salsa de coco, uuum! Estoy descubriendo que la salsa de coco es lo mío!

Os podéis imaginar que cuando llegué a la Cabaña estaba rota, ya le dije a Iris y Sergi que después de eso me había ganado el Cielo, que cuando llegara a casa me pensaba autorregalar algo, je, je, como premio. Sí, señor!


AGUACATE: otra vez descubriendo alojamientos en playas solitarias

Aguacate, o mejor dicho, la playa anterior donde está el Bahía Lodge es lo que a Sandra y Jota les hubiera encantado, una copia exacta de nuestra playita de las Phi-Phi, of! como pueden haber aún sitios así!

Hicimos cuentas y vimos que teníamos el dinero justo para volver, vamos, lo que se dice justo, justo, que nos quedarían 10.000 pesos (5 euros) si nos quedábamos un día más. Y arriesgamos. Y salimos ganando.

La excursión a Aguacate es más light, vas bordeando la playa por decirlo de alguna manera y sólo tiene un par de lomas para subir y bajar.

En el camino nos encontramos a Andrea y Fra, así que quedamos con ellos para comer pasta! Paramos en la primera playa que encontramos pensándonos que habíamos llegado. Y no. Habían unas pocas cabañas repartidas en la playa. Preguntamos a una mujer por agua y nos dio un vaso de agua fresquita gratis! Luego vimos un señor que resultó ser alemán (de unos 60 años muy bien llevados, por cierto). Su nombre es Lotha y era el dueño del Lodge. Era muy amable y estuvimos hablando con él. Sergi le dijo que era fotoperiodista, le preguntó por el alojamiento, etc. Al final nos hizo un descuento a cambio de hablar de él en algún reportaje, y...tachín, tachín: nos cambiaba euros! Así que decidimos alargar nuestra estancia un par de días más y alojarnos allí.

Después de esto fuimos a Aguacate, la siguiente playa. Sólo hay unas cuantas cabañas, puede que un restaurante y nada más. No tardaron mucho en llegar Andrea y Fra y comimos unos buenos espaguettis, les contamos que nos quedábamos y nos pidieron pasta para llevarles al día siguiente.

Así que volvimos, hicimos mochilas, nos despedimos de Neri, Joseph nos llevó al puerto en el caballo, una barca nos vino a recoger y Bahía Lodge!

Iris con Neri y el caballo que tanto atrae a Carla
Con Joseph de camino al puerto

Estuvimos un par de días solos en la playa. Llegó un chico que luego supimos que era modelo y trabajaba para cine, TV y publicidad y había ido a rodar un anuncia a Capurganá, llegó en Kayak al bahia, y se quedó, je, je. Sólo estábamos él y nosotros, imaginad! Por el día comíamos con los italianos, por la noche a la luz de las velas enfrente del mar, una gozada. Es tan peculiar que hasta te parece extraño, como si no pudiera ser realidad.

Nuestra cabaña en bahía Lodge


Iris con su amiguito Alejandro, de unos vecinos, que hicieron muy buenas migas como véis.

Lotha se portó muy bien con nosotros, era todo un caballero, un viajero que había estado en todo el mundo casi, que parecía que montaba negocios estupendos y luego cuando funcionaban, se iba a por otra cosa.

El domingo todos (los italianos y nosotros) nos íbamos camino a Cartagena. Está bien compartir viaje especialmente cuando son trayectos algo duros, por lo menos así no lo parecen tanto. Andrea y Fra no son los típicos italianos, de hecho estaban viviendo 3 años en Inglaterra haciendo el Doctorado y critican a sus paisanos cuando viajan. Son jóvenes, 10 años menos que nosotros, pero muy majetes.

Hasta aquí lo que ha sido nuestra semana en total en este rincón.

lunes, 23 de agosto de 2010

De San Gil a Capurganá

Bueno, para los preocupados, hemos estado toda una semana fuera de toda comunicación: ni Internet, ni cobertura para el móvil, ni siquiera luz a ratos...Pero todavía estamos vivitos y coleando, a pesar de algunas excursiones que nos han dejado extasiados y de algunos trayectos en bus, que, uf, os aseguro que no quiero saber más de autobuses en meses...

Os advierto que lo que viene ahora es largo para iros explicando parte por parte, intentaré escribirlo por capítulos para que sea algo más ameno, y cuando colguemos las fotos intentaremos ponerlas entremedio, para que no haya tanta letra.

Ahí vamos:

SAN GIL

Estuvimos un total de 5 días en San Gil, en el hostel de Iván, muy bien acogidos, muchas charlas con Marta, la madre de Iván, y con Carlos algunas otras, colombiano residente en Barcelona. Lástima que al ser un hostel teníamos que compartir baño y ducha, pero las niñas estuvieron muy bien.

Como habéis visto en las fotos, al final nos decidimos por experimentar esto del parapente, ya que él nos había hablado de un amigo suyo, Sergio, que tenía mucha experiencia. Así que, el último día, apurando las horas, fuimos por la tarde al lugar del parapente, esperando a que mejoraran las condiciones climáticas pues llovía.

Iris y Sergi fueron los primeros. Carla y yo mirábamos. Ella luego sabía que eran ellos en el aire y señalaba "Iish" (así dice ella Iris). Iris era toda una expectación, imaginad, 4 ó 5 estaban preparando el equipo, ajustándolo a su tamaño. Yo creía que se iba a asustar o que en el último momento se iba a arrepentir (ya lo teníamos pactado con el monitor), pero qué va!, al principio hacía cara de estar a la expectativa, pero se ve que en el aire cuando Sergio le dijo de volver contestó "todavía no" y ahora dice que es una de las cosas que más le ha gustado. Yo no las tenía todas conmigo, pero confié en el monitor y al final estuvo todo bien. Los niños y niñas siempre te sorprenden.

Yo no quería hacer parapente, la verdad. La maternidad me ha hecho tenerle respeto a estas cosas y que a veces, con las niñas, ya tienes suficientes subidones de adrenalina. Pero Sergi insistió y decidí probar. Al final no me dio impresión como creía, ni siquiera un poquito. La salida, en realidad, era muy suave, en una pendiente que no te da la sensación de caer en el vacío. La fuerza del viento que eleva el parapente a mí me dio seguridad y, una vez arriba, lo que sentí fue paz. La imagen de sobrevolar las copas de los árboles será otra más de las que se quedan grabadas a fuego, de esas imágenes que se recuperan en momentos de desasosiego.

En fin, que una vez acabado el parapente, volvimos al centro, comimos algo y nos fuimos a la estaci{on de autobuses. Al final un mini-bus nos llevó a Bucaramanga y de ahí cogimos el bus-cama a Medellín. En San Gil compramos una manta pues los buses-cama ponen el aire a tope, pero una manta es un trasto más para llevar...

Yo en los autobuses no duermo apenas, o almenos tengo la sensación de dormir a trancas y barrancas. Entre que el asiento no se baja del todo, que tengo que estirar a Carla para que mame y duerma, Iris al otro lado, pendiente que no se destapen, o que no tengan demasiado calor, que los pies te quedan medio colgados, que el autobús de noche te da la sensación que frena de golpe y te despiertas asustada...en fin...Lo mejor del mundo, vaya. Pero muchos trayectos largos los horarios son estos, y, pensándolo bien, es mejor para las niñas, porque 10h o más de bus agobia al más pintado. Si pudiera evitarlo, lo haría. Siempre llego a destino con una mala leche...

MEDELLÍN

Medellín, barrio el Poblado


Por allá las 7-8 de la mañana llegamos a Medellín. Desde la estación de autobús se puede coger el moderno metro. Decidimos buscar hotel por la zona centro, pues la zona de mochileros, el Poblado, nos pareció que por las noches no iba a ser un remanso de paz, pues era zona de bares y salida nocturna. Como vimos un paralelismo con Bangkok, fuimos a Centro, pero realmente la zona "chula" de Medellín es el poblado. Una parte de ella son sus altos edificios acristalados, otra de edificaciones bajas donde se hallan los hostels y cafeter{ias/restaurantes más chick. 

En el centro vimos unas estatuas que dijimos: mira, parecen como si fueran de Botero. Incultos! Al cabo de los días nos enteramos que Botero es colombiano y de Medellín! Eran de Botero de verdad! Ni una foto!

El hotel que recomendaba la Lonely Planet (LP) no estaba mal del todo, era económico y bien. Ya veis que una obsesión mía es el donde dormir. Decidimos ir a desayunar al Poblado un desayuno "paisa" (así llaman a los de Medellín). Me encantan las arepas. De ahí a Internet a colgaros unas fotos para dar señales de vida. Cada vez que nos conectamos son 1 o 2 horas. Nos conectamos por turnos y el otro intenta "calmar" a las niñas que parece que les entran todos los males del mundo en ese momento, y que a Carla le da un ataque de mamitis incalmable, en fin...Os tenemos mal acostumbrados, la mayoría de viajeros no escriben tanto como nosotros ni están tantas horas aquí, así que ahora que hemos estado unos días fuera de combate imagino que algunos debéis estar extrañados. Pero ya veis, aquí estamos de nuevo.

Sigo.

Del Internet fuimos a un centro comercial que sabíamos que cambiaban dinero y ya de allí fuimos a comer,a  dar uan vuelta y que las niñas jugaran un rato después de tanto viaje. Yo estaba agotada, agotada, de verdad. Me hago vieja. Nos dijeron que en Medellín la ropa estaba más barata, pero por lo menos en este centro no era así para nada, los precios los mismos que en casa.

Muchas veces hacemos comparaciones con Asia, pues todo es mucho más barato allí. Por 10-15 euros encuentras habitaciones muy buenas, a veces con desayuno incluido, aquí por 15 euros hemos encontrado cada antro...No encuentras zapatos a 4 chavos, ni mochilas ni recuerdos...

En Medellín son buenísimos los mangos, por la calle los venden cortaditos, uuummm!!qué manjar para el paladar! En Capurganá los mangos los traen de allí.

Otras curiosidad: hay una compañía de autobuses que decía en grande "ROBLEDO", resulta que un barrio o una localidad a las afueras de Medellín se llama así, je, je, aparte de que ya hemos visto alguna que otra persona con ese apellido. Mira tú por donde...

Nuestra odisea feu ir a cenar. Salimos a las 8 y ya no quedaba apenas nada abierto, mucha gente en la calle, eso sí, y sólo 4 lugares de pollo rebozado o frito (muy típico aquí y en Venezuela), o heladerías o panaderías. Así que vimos claro que nos equivocamos de opción al escoger el alojamiento o centro base. Al final acabamos en un bar que casi cerraban escogiendo "choripapa" que no es otra cosa que choricitos (más bien trozos de frankfurt) con patatas fritas.

Vimos que no teníamos mucho más que hacer allí y decidimos marchar camino a nuestro destino: Capurganá y Sapzurro, un lugar muy recomendado, en la frontera con Panamá. Antiguamente peligroso, ahora ya no. Así que al día siguiente marchábamos hacia Turbo, para coger allí el barco que nos llevaba al pueblo.

Hacia Turbo

Como hemos podido comprar tarjeta de teléfono, Sergi llamó a una compañía de autobuses a las 8 para saber horarios y nos dijeron que a las 10'30 nos venían a buscar y nos llevaban directamentea Turbo. Desayunamos tranquilamente en el hotel el mismo desayuno que en el Café Le Bon del Poblado, pero a mitad de precio. No nos vino a buscar un bus, sino una vagoneta (aquí les llaman, creo, busetas). Salimos sobre las 10 de la mañana al final y llegamos pasadas las 18h, ya de noche. Buf!! Un camino duro, creo que el peor, con la mayor parte de tramos sin asfaltar por derrumbamientos de las lomas, el conductor que iba a toda velocidad, muchos baches, calor, poco espacio, Carla agobiada a ratos...en fin...Que con viajes así se te quitan las ganas de todo.

Habíamos reservado en un hotel recomendado por LP, parecía como si en el pueblo sólo hubieran 2-3, así que cogimos uno según las indicaciones, total era sólo para pasar la noche y seguir vía y no íbamos a estar buscando por la noche, cansados, y las niñas. El hotel se llama Residencia Florida. Qué antro, por dios! Las habitaciones disponían de 1 litera a un lado y otra cama individual al otro, con un espacio estrecho entre una y otra, tocando a las cabeceras una cortina de ducha floreada que separaba el lavabo! Si mirabas hacia arriba, una gran brecha llena de humedad ocupaba una esquina de la ducha hasta el techo de madera ya estropeada. Lo único que se salvaba era la taza del wáter y el lavamanos. Después descubrimos que no éramos los únicos inquilinos de la habitación: 2 cucarachas eran las dueñas del lugar (2 que vimos, claro). A una la alcanzamos, otra se escapó para mi pesar, pues me pasé la noche pendiente de si subían o no a la cama. Me dan mucho asco las cucarachas. No era de extrañar que estuvieran allí (la residencia ocupaba un primer piso en un bloque), debajo9 de la cama hacía tiempo que no limpiaban. El colchón no sé qué tenía, pero ni la sábana evitaba su aspereza. Vamos, hotelito ideal para familias con niños pequeños...qué noche!

Antes salimos a cenar algo a la ruidosa plaza de enfrente del hotel. Las chicas del hotel nos dijeron que la encargada de la venta de boletos del barco vendría para hacernos la reserva, cosa que nos pareció un poco increíble tanta atención.

Esa noche vimos en el restaurante una pareja de guiris. La verdad es que es raro en general ver turistas extranjeros. 

A la mañana siguiente un chico de los barcos vino a buscarnos por el tema de los boletos. Cada uno valía 50.000 pesos por persona, que al cambio son unos 25 euros. Aquí el transporte es caro para lo que estamos acostumbrados. Nos dijo que luego les buscáramos en el muelle.

Vimos de nuevo al chico que habíamos visto en el restaurante. Se trata de Andrea, y su pareja Francesca, de Italia, doctores en Química jóvenes en rutra por Sudamérica. Es raro ver mochileros italianos.

Hacia Capurganá

El show para llegar a Capurganá merece un capítulo aparte. Es toda una historia. Una mafia incre{ible. Tanta amabilidad nos confundía...Por lo visto hay que evitar en el barco sentarse en los asientos delanteros, pues el barco rebota. A los italianos los dejaron delante. Nosotros nos salvamos por las niñas. Fuimos los únicos a los que pesaron el equipaje y nos hicieron pagar por el "exceso" 10.000 pesos. Ni nos avisaron antes (ni en el hotel ni con nada escrito, para poder dejar parte del equipaje, por ejemplo), ni nos dieron recibo del boleto...en fin...aludían que no habíamos salido de nuestro país. Vaya tela! Nunca nos ha pasado que nos pesesn el equipaje en un barco de un trayecto de 2 horas. Luego supimos que el barco estaba reservado para una excursión (tipo Imserso en España), nos metieron a más a más a nosotros, a los italianos y a un par de personas más. Me pasé 2h del viaje con un trocito de culo en el asiento, apretujada, por suerte Carla dorm{ia, como si ya supiera lo que tocaba, pero aún tuvimos que aguantar los comentarios de las señoras de la excursión. Por qué será que en todo el mundo las "Abuelas" son iguales y tratan a los padres y madres jóvenes (más jóvenes que ellas, pero no niños) como unos tontos que no saben cuidar de sus hijos/as? Por qué tienen los mismos miedos hiperproteccionistas y, a la vez, siempre tienen apunto una galleta o golosina para dar justo antes de la comida y quitar el apetito a cualquier criatura? Uf, qué paciencia!

Pero por fin llegamos a Capurganá y era justo como nos lo habíamos imaginado: una bahía virgen preciosa, salpicada de pocas casas y rodeada de selva, un lugar perdido en el mundo. No es de extrañar que aquí lleguen pocos turistas, es que llegar aquí es ya toda una aventura y para pensárselo 2 veces después de todo lo que se ha de pasar. Existe una alternativa, una avioneta que sale de Medellín y que sale por unos 150 euros, pero, claro, nosotros tendríamos que multiplicarlo por 3. 




viernes, 13 de agosto de 2010

Fotos Santander

Aquí os dejamos con algunas fotos hechas por los 3:

Parque El Gallineral.San Gil
Barichara.Santander
Pozo Azul. San Gil
Piscina natural en el Gallineral. San Gil
En Barichara
Vistas de una de las calles de Barichara
Iniciando el camino de Barichara a Guane
Lomo con salsa de hormiga culona en el restaurante "Color de hormiga" de Barichara
Uum! Esquisito!!

La Carla también se puso las botas, fijarse que en las manos lleva una hormiga culona,je,je!!
Ahí tenéis otra en laboca de Iris,je,je!!
En la puerta del restaurante
Más de Barichara

Y ahora la gran primicia:
Iris haciendo parapente!!
La hija de Iván, del hostel, había hecho con su amigo Sergio y nos habló bien de él.
Preguntamos a Iris y quiso probarlo

Aquí preparando la salida
Sergi también se prepara para salir
Iris y Sergi surcando los cielos
Iris junto al encantador monitor Sergio volando
Iris aterrizando,muy bien! Dice que quiere repetir!

Sergi llegando
Y aquí estoy a mis 39 años probando el parapente por primera vez!
Experiencia maravillosa, tendré que darle la razón a Sergi,cachis, por haberme convencido en probarlo. Sobrevolar los árboles parecía un sueño! Y tenía un buen piloto que me cuidaba. Gracias!
Estas son las vivencias inolvidables que quedan para siempre.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Llegada a Colombia con sabor a hormigas culonas

Hola,
Por fin ya estamos aqui de nuevo con vosotros. Perdonad por los acentos, pero este teclado...

Ya estamos en Colombia. Primera parada: San Gil, un pueblito de la montaña/interior muy acogedor. Llegar aqui ha sido toda una peripecia, pero bueno, es lo que tienen los viajes no organizados.

Como hemos llegado? Pues bien. Creo que lo dejamos en Los Nevados, no es asi?, ni os cuento como llegué desde el centro de comunicaciones del pueblo cuando acabé de escribir en este blog a la posada, pues la luz se fue del pueblo (tardó dos días en volver) y por supuesto no se veía nada, había llovido y estaba todo embarrado a pesar de las calles empedradas. Sergi y las niñas estaban en la posada, así que ya me podéis imaginar a ciegas e intentando bajar una super=cuesta sin caer...Sergi se ve que pensó que no podría bajar y me vino a buscar con luz y lo encontré a medio camino, uf! me tendrías que haber visto agarrada por las paredes caminando como una vieja coja...Para morirse de la risa, vamos es que me reía de mí misma yo sola...

En fin, dejamos Los Nevados, muy agradecidos por la atención y las comidas, y camino a Colombia. De Los Nevados a Mérida en 4x4, 5h, no encontramos habitación en la posada Mara que habíamos estado, fuimos a otra donde encontramos una pareja argentina que viajaban con su hijo 5 meses mayor que Carla, qué alegría conocer familias viajeras! Ellos eran artesanos, así que iban vendiendo de ciudad en cuidad y se costeaban el viaje. Buen invento. También tuvieron una imagen desagradable de Chichiriviche a pesar que a nivel de venta a ellos les cundió.

Fuimos a la heladería con el Récord Guiness en número de sabores: uf, qué invento, aunque un helado sabor a carne o a frijoles, pues como que no estamos acostumbrados, y nos conformamos con uno a sabor a café y chocolate, sabores típicos por otra parte, de estas tierras que visitamos. Era una parada obligada, idea de un portugués. Estaba a rebosar de gente.

Dormimos y al día siguiente reguero de buses. Primero a San Cristóbal y ya de allí a un pueblo fronterizo para hacer noche, evitando Cúcuta que hablaba la guía que era más peligrosa y con el porcentaje más grande de pobres de Colombia. Ya ni me acuerdo de las horas. Encontramos un hotel que estaba bien, aunque la localidad nos pareció completamente desértica. Hicimos papeles para pasar fronteras en la policía venezolana y en el centro fronterizo de Colombia (DAS), para así al día siguiente ya no tener que esperar ni hacer colas. Al día siguiente un coche que llaman "por puestos" nos llevó a la estación de autobuses de Cucuta. Allí cambiar dinero fue ya todo un show, los euros nos lo cambiaban por nada y menos, conseguimos cambio en una oficina judía (tienen fama de buenos negociantes) y de allí nos recomanedaron un bar donde desayunar y una compañía de buses para ir a Colombia, que resultó por cierto, muy cómoda y seria.Berlinas del Fonce se llama. La estación de autobuses fue el único lugar donde estuvimos más en alerta, pero nada comparado con estar ni siquiera en la estación de Sants, que delante mío una vez desapareció un bolso sin pestañear de una señora que estaba en el bar. Vaya, que no sabemos de qué tiene mala fama Colombia porque es de los países más seguros en los que hemos estado. A no ser que se sea diplomático o alguien importante y se viaje a zonas muy concretas de la selva interior del sur, es más seguro que Barcelona cien mil veces.

El autobús salía a las 9 de la mañana y llegamos a nuestro destinos sobre las 7 de la tarde. Un taxi nos llevó al centro desde la estación de autobuses y hechos polvos fuimos a parar al primer hsotel que ponía la guía. No tiene baño particular, pero el chico que la regenta y su madre son de lo más hospitalario que he visto en un tiempo, vamos, que entre Los Nevados y esto se agradece, porque en los últimos viajes la hospitalidad brilla por su ausencia en más de un sitio. Ivan es un economista que dejó la banca en Bogotá y regenta ahora este hostel para turistas que es una casa con decoración colonial muy correcta por algo más de 7 euros la noche. Su madre nos prepara un desayuno muy completo y nos habla de aquí, de otros huéspedes, de todo...Él tiene dos hijos como las nuestras, así que por eso hemos tenido más temas de conversación y nos ha orientado por los alrededores para salir con ellas.

Ayer dedicamos el día a estar tranquilos, fuimos a pasear por un Parque muy chulo que llaman El Gallineral, donde tienen una piscina natural, árboles y algún que otro animalillo. Despúes cogimos un taxi a un restaurente que llaman El Pozo Azul donde probamos carnes esquisitas que Ivan nos recomendó y luego a un "balneario" natural que llaman Pozo Azul, que no era más que un río marrón con ligeros rápidos y zonas en forma de piscinas. Para Carla un peligro porque con el agua helada, la tía se tiraba de cabeza y cualquiera la retenía.

En fin, que pasamos el día bien. San Gil es un pueblo de casas coloniales, muy animado y tranquilo de gentes amables.

Hoy hemos ido al recomedado Barichara y de ahí un pequeño trekking que hemos conseguido hacer en 2 horas para admiración de los lugareños hasta otro pueblo llamado Guane. Una experiencia estupenda. Barichara es como cualquier pueblo de Castilla, de casas coloniales, plaza ancha, calles empedradas, con hoteles Boutique (es curioso que antes de Tailandia jamás habáimos oído hablar de hoteles boutique y ahora lo escuchamos en un montón de sitios). Muy bonito.

El plato estrella de esta región, que se llama Santander, es la hormiga culona. Aunque al escucharlo por primera vez pueda echarte para atrás os aseguro que el lomo con salsa de hormiga que hemos comido hoy era una delicia para el paladar. El restaurante era posiblemente el más caro de Barichara (nos ha costado todo 25 euros, por eso), pero no podíamos dejar de probarlo.

Por lo que cuentan, aquí antes no había carne, o animales como reses, así que los pobladores del lugar obtenían sus proteínas de este bichito, que ahora se vende como alimento de picoteo o para aderezar salsas. Dice la Lonely Planet que sabe a una mezcla de tierra con café, no sé explicaros bien su sabor, pero es peculiar y no da nada de asco, al contrario. Así que proteínas por un tubo!

Tengo que preguntar a qué edad se puede introducir como alimento complementario en los niños y niñas, je, je! Aunque, como veréis en las fotos, a Carla le pareció también delicioso!

En fin, que mi preocupación particular es el dengue. No hay tratamiento preventivo ni tan sólo tratamiento una vez lo coges, sólo cama, paracetamol y líquidos unos cuantos días. En Venezuela está siendo un problema grave, leímos que habían habido más de 100.000 casos, y aquí es una enfermedad en aumento. Se contagia por picada de mosquito, como no!, pican durante el día y se debe a aguas estancadas en ciudades con densidad de población. Aquí en Colombia donde lo pillan más los guiris es en La Ciudad Perdida, que no vamos porque son 6 días de trekking, aunque debe estar chula, porque a nosotros los monumentos antiguos nos fascinan, y el lugar es la herencia de las tribus precolombinas...

Bueno, creo que ya os hemos puesto al día. De momento, Colombia pinta a un país muy muy recomendable, y eso que nos saltaremos una de las partes más hermosas: la selva.

Otro día, más. De momento os adelanto que nuestra próxima parada es la próspera y moderna Medellín.
Saludos a todos!

viernes, 6 de agosto de 2010

Fotos de Los Nevados-Mérida

Aquí van algunas imágenes:

Vistas del pueblo de Los Nevados
Parada en la excursión a caballo y mula
Un alto en el camino de ida al pueblo de Los Nevados
En la posada Bella Vista
El porche de nuestra encantadora Posada
Carla en la calle principal de Los Nevados. Al fondo, la iglesia
Aquí nos sirve comidas esquisitas nuestra amable Cecilia
Unas chicas recogen a Carla que se divierte bajando la cuesta corriendo
Iris en la plaza de la iglesia
Iris en mula
Sergi con Carla en nuestro paseo por los caminos de alrededor del pueblo